¿Qué es el Yoga?
El yoga en sí no es una escuela filosófica, religión, organización o grupo de personas, sino la propia posibilidad de evolución y crecimiento personal.
Por definición la palabra Yoga significa “volver a unir”, por un lado hace referencia a la unión de uno con uno mismo y por otro la unión del individuo con el mundo que lo rodea. Para lograr este objetivo propone un conjunto de técnicas aplicables al desarrollo del ser humano a nivel físico, mental y espiritual.
Cada practicante comienza este camino con sus propias expectativas como por ejemplo poder relajarse, descansar, equilibrarse y durante la experiencia va descubriendo que puede ser una manera de conocerse mejor y aprovechar su potencial energético.
Pero más allá de estos objetivos personales, el Yoga trabaja principalmente sobre la ATENCION y la RESPIRACIÓN. Son la escencia misma de esta práctica.
Hace 2500 años Sri Patanjali redactó los “Yoga Sutras” que son un compendio de las enseñanzas aprendidas y representan el marco teórico de esta práctica. En ellos define Yoga como “el estado de cesación de las modificaciones de la mente” y expone una estructura técnica para alcanzar dicho estado.
Esta estructura es conocida con el nombre de “Ashtanga” que significa “ocho grados”, o “pasos” que el practicante debe seguir y perfeccionar. Entre ellos se encuentra la práctica de Asanas o posturas que comúnmente se realizan y tiene muy buenos efectos para la salud del cuerpo y de la mente.
ASANAS:
Son las posturas físicas desarrolladas para fortalecer, flexibilizar, armonizar el cuerpo y mejorar el funcionamiento del organismo. No obstante su efecto más valorado se evidencia en la activación y el equilibrio energético, así como la estabilidad y tranquilidad que reportan a la mente.
Una postura es correcta cuando se tienen en cuenta estos objetivos y se definen por su firmeza, comodidad, inmovilidad, relajación, respiración adecuada y concentración. Éstos son parámetros que varían según las personas y el grado de práctica que posean. Muchas veces se asocian estas posturas con imágenes contorsionistas y se corre el riesgo de perderse en tratar de lograr una forma y perseguir un fin que queda por fuera, más allá. Esto genera una competencia con uno mismo, con los demás, y no nos permite estar presentes con lo que realmente somos y disfrutarlo.
ATENCIÓN:
Durante la prática se establece un diálogo silencioso entre el cuerpo y la mente que nos da la posibilidad de explorar nuestra realidad fisiológica. El aspecto esencial de una postura es la Atención, la toma de conciencia de todo cuanto sucede pero sin caer en el error de pensar la postura como un esfuerzo para domesticar al cuerpo. No se trata de domar al cuerpo sino de comprenderlo, respetarlo y desarrollarlo desde sus ritmos internos. Es muy importante entender esto porque la mente no tiene la materialidad que caracteriza al cuerpo y suele imponer y violentar los tiempos y procesos generando un estado de ansiedad.
Hay que estar observando atentamente como nos influye cada asana sin hacer nada, solo estar presentes, abiertos a la escucha. La postura hace todo el trabajo mientras la conciencia informa sobre lo que está pasando. De esta manera es posible entrar a un estado de meditación: una experiencia integradora en la que el cuerpo, la mente y la respiración se hacen uno.
Prestando atención es como se logra entrar a un estado de silencio. En la práctica de Ashtanga se usan algunos anclajes para la consciencia como puntos de apoyo de la atención. Estos son:
· La respiración llamada Ujjayi
· Práctica de Bandhas (llaves energéticas)
· Dhristis
LA RESPIRACIÓN:
Es la clave de la vida, es lo primero que hacemos al nacer y lo último al morir, por eso es lo que principalmente se trabaja en yoga. Es la función más básica, siendo el soporte fisiológico y energético de todas las demás funciones de nuestro cuerpo y nuestra mente. Se puede decir que la calidad de vida depende de cómo estamos respirando.
El primer objetivo en la práctica es recuperar la respiración natural que frecuentemente se deteriora por los bloqueos que surgen por acumulación de tensiones físicas, emocionales o mentales. Para esto lo mejor es adoptar una actitud de espectador, no intentar hacer nada para comprender cómo se produce el mecanismo respiratorio y a partir de ahí participar conscientemente.
Para facilitar la respiración y potenciarla, basta con observar y descubrir dónde se origina el impulso respiratorio y dónde termina. No dirigir, empujar, forzar o violentar la respiración: basta con dejarla ser.
UJJAYI:
En ashtanga, se utiliza un tipo de respiración que se denomina ujjayi y se realiza cerrando parcialmente la glotis para reducir el pasaje de aire y aumentar la diferencia de presión dentro de los pulmones. Esto favorece al intercambio de oxígeno y a la circulación sanguínea. El cierre de este conducto hace que se produzca un sonido que nos permite escuchar la respiración y regular su ritmo. Tanto la inhalación como la exhalación deben ser amplias y durar el mismo tiempo.
BANDHAS:
En sáncrito significa llave, cierre o candado y hace referencia a la técnica de cerrar zonas físicas y energéticas para que no se pierda el prana o la energía vital.
Existen tres bandas y nosotros trabajaremos principalmente con Mula Bandha. Mula significa “raíz”, se encuentra en el piso de la pelvis y se cierra por medio de la contracción y elevación de los músculos del perineo. Esta práctica influyen sobre el sistema nervioso parasimpático dedicado a las funciones automáticas, no conscientes del cuerpo, actuando como relajante: relaja los órganos, la presión arterial y está relacionado con los procesos regenerativos. La contracción del bandha estimula nervios que actúan por vía refleja en la corteza cerebral y el sistema límbico, produciendo estados de calma, claridad y concentración.
DHRISTIS:
Significa “percepción”. Con esta técnica se trabajan dos direcciones de la mirada:
hacia fuera: cuando está dirigida hacia algún punto del cuerpo (entrecejo, punta de la nariz, ombligo, palmas, pies), debe posarse suave y no moverse.
hacia adentro: cuando está dirigida hacia la condición interna del cuerpo (estado de tensión, relajación, calor, respiración, sensaciones, emociones, pensamientos, silencio, etc.)
La técnica consiste en mantener la mirada quieta durante las posturas y dirigirla a diferentes puntos durante el movimiento. Debe estar relajada, sin intención, sin forzar los músculos de los ojos ni la cara.
En síntesis el trabajo de las posturas nos ayudan a purificar el cuerpo, la respiración y los bandhas a purificar los canales energéticos, y los dhristis la mente.